El Programa OVNI del Pentágono

   El diario The New York Times publicó el 21 de diciembre de 2017 una amplia exclusiva en la que revelaba que desde el año 2007 el Pentágono cuenta con un proyecto secreto para investigar el fenómeno OVNI. Bajo el nombre de Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales, un grupo de oficiales de inteligencia trabaja en la recopilación de casos OVNI protagonizados por personal militar.

Hasta octubre de 2017, el equipo estaba dirigido por el funcionario Luis Elizondo y tenía su sede en el edificio del Pentágono, concretamente en el quinto piso del anillo C. Se sabe que Elizondo reveló la existencia del programa a 3 reporteros del prestigioso diario neoyorquino porque, desde su punto de vista, existía demasiado secretismo en torno al mismo y algunos altos cargos del Ejército estadounidense pretendían cerrarlo a toda costa.

De hecho, entre 2007 y 2012 recibió una financiación de 22 millones de dólares, y a partir de ese año los integrantes del “equipo OVNI” pasaron a simultanear sus investigaciones en el campo de los No Identificados con otras labores de inteligencia.

El Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas se puso en marcha gracias a la presión de 3 influyentes senadores: Harry Reid, líder del Partido Demócrata en el Senado estadounidense; el también demócrata Daniel Inouye; y el republicano Ted Stevens. Al igual que muchas otras iniciativas en el campo de Defensa, se sabe que el Pentágono contrató para llevar a cabo el proyecto a una empresa aeroespacial propiedad del millonario Robert Bigelow, quien siempre se ha mostrado muy interesado en el fenómeno OVNI y ha financiado investigaciones en el campo de la ufología y en otros igual de anómalos. Se da la circunstancia de que Reid y Bigelow mantienen una estrecha relación de amistad, además de compartir una nada disimulada pasión por el enigma de los No Identificados y al exploración espacial.

TECNOLOGÍA DE OTRO MUNDO: Según pudieron saber los reporteros del periódico The New York Times, la empresa de Bigelow modificó varias de sus instalaciones en Las Vegas para almacenar archivos y materiales supuestamente procedentes de OVNIs, además de estudiar a militares que habían sufrido efectos físicos a causa de la proximidad con Objetos Voladores No Identificados.

A preguntas de los periodistas, un portavoz del Departamento de Defensa reconoció la existencia de dicho proyecto secreto; Bigelow se mostró totalmente convencido de que muchos OVNIs son verdaderamente naves extraterrestres que visitan la Tierra; y el senador demócrata Harry Reid no solo reconoció su responsabilidad en la puesta en marcha del programa, sino que consideró que se trataba de “una de las cosas más positivas que hice como senador”. 

En cuanto a su opinión sobre el origen de los OVNIs, Reid admitió que carecía de la respuesta definitiva: “Si alguien dice que tiene la solución en este momento, se está engañando. No lo sabemos, pero tenemos que empezar por algún lado”, aseguró.

Luis Elizondo, que dirigía el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas, decidió jubilarse y dejar su puesto en octubre de 2017, desmoralizado a causa del escaso interés que mostraban sus superiores en un tema que él considera de una trascendencia enorme. Incluso dirigió una carta al secretario de Defensa, James Mattis, en la que le echaba en cara “que no estamos invirtiendo más tiempo y esfuerzo en este asunto”. 

Y añadía Elizondo que se debía prestar más atención “a todos los informes de la Marina y otras instituciones (del Ejército) que han experimentado interferencias en plataformas de armamento militar, causadas por sistemas aéreos inusuales que demostraron un despliegue de capacidades muy superiores a las de la generación actual de aeronaves”. 

A preguntas de los periodistas, Elizondo aclaró que “no puedo hablar en nombre del Gobierno, pues ya no pertenezco a su estructura. Pero mi opinión personal es que existen pruebas muy convincentes de que posiblemente no estamos solos en el universo”. El militar confirmó en esa ocasión que la iniciativa sigue su curso, y que otra persona ocupó su puesto, aunque evitó ofrecer informaciones que ayuden a identificar a ese oficial que ahora dirige el programa OVNI del Pentágono.

PILOTOS QUE ENFRENTARON OVNIs: Un incidente ocurrió en noviembre de 2004, y el incisivo ufólogo Robert Powell lo dio a conocer a principios de noviembre de 2017. No solo recabó los testimonios de varios militares implicados, sino que consiguió grabaciones de OVNIs, obtenidas por las cámaras que llevan incorporadas en los aviones de combate. El hecho de que el incidente ya se hubiera divulgado ampliamente, evitó que el Departamento de Defensa efectuara alguna acción legal contra Elizondo por revelación de secretos confidenciales (Top Secret).

Pero las alarmas saltaron durante unas maniobras militares en las que participaban varios buques de guerra, incluyendo el portaaviones nuclear USS Nimitz. En cierto momento, un crucero de misiles guiados detectó la presencia de varios OVNIs. Enseguida despegaron un número indeterminado de cazas F-18 desde la cubierta del barco. A pesar de que los elusivos objetos voladores no aparecían en los radares de los aviones de combate, algunos de los pilotos pudieron observar uno de los OVNIs a simple vista, además de filmarlo con las cámaras que llevan incorporados los cazas.

FUENTE: Año Cero / History / El País / The New York Times.  

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